No sé quién soy.
No sé quién soy.
Lo vengo pensando ya mucho tiempo, pero es que realmente no tengo ni puta idea de quién soy. Capaz sé algo por ahí, como que tengo alguna noción de lo que me gusta y hago, pero lo cierto es que, a la hora de la hora, no podría decir cuál de todas estas versiones es la verdadera yo.
Pasa también que si nos sinceramos y ponemos sobre la mesa todo este tema del ciclo menstrual, luego de sumar, restar, multiplicar y dividir, resulta que no soy nada más que un conglomerado de hormonas que se ponen de acuerdo para hacer conmigo lo que quieran. Así cada día. Así cada mes. Porque entre la semana de ovulación, la semana de la regla, la semana del SPM y todo lo demás, me queda solo cuatro minutos con diez segundos de verdadera autenticidad.
Los otros 29 días con no sé cuántas horas soy una mezcla de sangre, lágrimas, ganas de matar a todo el mundo, ganas de tirar, otra vez ganas de matar a todo el mundo, sobre todo con quien haya sido que haya tirado, y así diez, veinte, cien veces más.
Eso sin contar que está esa semana en la que una se ve más fea de lo normal...
...y esa otra en la que supuestamente todos los hombres te ven más guapa.
Yo creo que me veo mejor durante la regla, aunque internet dice que en realidad una se ve más guapa mientras ovula.
A mí la regla se me fue hace unos días, y vaya qué dolor. Yo siempre digo, cuando me duele, que es mi cuerpo castigándome por no haber fecundado. ¡Pero es que este mes me ha castigado el triple por no haberlo ni siquiera intentado! Qué onda...No sé qué podría decirle..."¿lo siento? ¿disculpa por no haber encontrado a nadie que me mueva 3 neuronas y 3 pelos de la cuca para tirar?".
Mi abuela diría que soy una ordinaria por hablar así. Ella es mucho peor.
Pero, bueno, retomando. ¿Cómo se supone que sepa quién soy, si no tengo pausa y me la paso entre riendo, peleando y llorando? En ese caso, tampoco sé quién es mi madre, ni mi hermana, ni mi abuela.
¿Quiénes son mis amigas, si son solo retazos de lo que hacen de ellas?
¿Quién es la ex de mi ex, y la nueva de mi otro ex peor es nada?
¿Quién es la cantante que me gusta? ¿Quién es Taylor Swift, realmente?
¿Qué tan fuerte puede ser la ética y la moral para sosegar esas ganas vehementes de quitarle la vida alguien durante 5 días?
Qué coincidencia que justo esté sonando "Hoy ten miedo de mí" de Fernando Delgadillo. Claro, él no se refería a las mujeres y a la maldición de la luna.
Igual, con el corazón en la mano, confieso que algunos meses ruego con la fe de un monaguillo para que me venga la regla lo más pronto posible.
Otras veces rezo para que no lo haga.
Una vez me escapé un fin de semana con un ex novio...fue nuestra primera escapada en una casa de playa. Ese fin de semana me vino. Así de salada soy. También manché el forro blanco de la silla donde me senté en el primer quinceañero al que fui. Una vez me paseé de lo más campante por el patio del colegio hasta que una chica se me acercó a decirme que me había manchado. Otro día quise aprovecharme de eso, y manché un pantalón que me gustaba con la tinta roja de un lapicero para que me dejen regresarme a mi casa...Lo único que logré fue que la profesora me consiguiera una polera para que me la ate alrededor de la cintura y no se vea nada. ¿El pantalón? Arruinado. ¿Yo? Secuestrada en el colegio.
En fin, digamos que nunca me ha ido bien cuando se trata de este tema.
Ahora mismo creo que estoy en lo que llaman como fase lútea, así toda otoñal. Y Dios mío, qué ganas de llorar solo porque sí, ver Luna Nueva para sufrir cuando Edward deja a Bella en medio del bosque, zamparme diez mil churros con chocolate, y quejarme de que estoy gorda.
Cualquier cosa ya lo dije; no soy yo.
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