Ana no duerme, juega con nada
Y sus ojos resplandecen cuando ven el sol desde la ventana de su cuarto. Mira la calle siempre a eso de las 4, concurrida con gente acelerada que va de un lado a otro sin mirar de vuelta. A Ana no le agradan los días lluviosos porque entonces la gente prefiere quedarse en casa. El llanto de las nubes es magnifico, pero a las personas no les gusta el llanto, Ana. Por otro lado, sí les gustan las noches lluviosas, cuando el agua refleja el brillo de cada ser que habita pasando